miércoles, 30 de diciembre de 2009

Octavia

Ni Octavia recuerda
cuando fue muchacha.
Se recuerda sólo a sí misma
abriendo puertas
de las casas que limpia y ordena.

Octavia retuerce el trapo con olor a lejía
y piensa que tal vez mañana,
tal vez,
un hombre la desee como a una hembra,
como a una de esas verdaderas,
de las telenovelas.
Tal vez.
Si.
Tal vez mañana.

No quiere ver Octavia
que el tiempo le pasó de largo,
que los pechos los carga ya a la cintura,
que si nunca fue una mujer apetecible
menos lo será ahora,
con tanto reuma jodiéndole los huesos
Y tanto cansancio
Y tanta desgana
Y tanta pobreza incrustada en el tuétano.

Lo que piensa Octavia mientras frota,
Mientras airea sábanas
Y recoge y friega
Y lava y plancha
Y llora y llora y llora.
Lo que piensa seguramente Octavia,
Es que es demasiado tarde para tener sueños,
Demasiado tarde para alimentar deseos.

5 comentarios:

  1. Las octavias del mundo, un dia tendran su palacio de invierno que asaltar y sera su hora.
    Salud

    ResponderEliminar
  2. Demasiadas Octavias, ver la vida pasar sentadas en un anden con dirección a ninguna parte.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  3. De la mano de León,llego a tu encuentro... y te leo con todos los nombres, Fernando, Octavia, Omar, Elvira... Un delicioso regalo para esta tarde gris del norte.

    Un abrazo,

    A.

    ResponderEliminar
  4. Gracias por tus poesias, Silvia, que nos hacen llorar y pensar. Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Mientras no se escape el último de los alientos, ese que dicen que pesa 21 grámos, queda tiempo para soñar....

    Salu2ssssssss

    ResponderEliminar